jueves, julio 03, 1997

Pensar, hablay y otras cosas raras.

Fue Vigotsky quien dentro de su teoría lingüística nos mostró el poder de la palabra, no sólo como un arma cargada de futuro, que eso ya lo sabíamos al menos desde Gabriel Celaya, sino como un organizador del pensamiento: "pensamos con palabras", decía.
Cada uno puede hacerse una prueba introspectiva y observar las imágenes que se producen en la mente cuanto pensamos en conceptos abstractos como libertad, solidaridad, egoismo, etc.
Si esto es así, si pensamos con palabras y yo así lo creo en términos generales, el pensamiento estará determinado por el lenguaje, por la palabra, y la ausencia de ésta dejará forzosamente huellas en aquel. Sin un lenguaje elaborado y un léxico amplio, sin unas competencias lingüísticas básicas, no se puede dar cuerpo a todo un conjunto de ideas coherentes y cohexionadas en torno a algo. Si queremos introducirnos en una nueva parcela del conocimiento hemos de conocer el léxico específico de la misma, sin el cual no podremos alcanzar más que un un nivel muy primario de comprensión.
¿Qué está pasando con nuestros alumnos que presentan unos códigos lingüísticos reducidos a la más mínima expresión (chachi, guay, chungo, que te cagas y poco más)? ¿Qué es lo que ocurre, que no expresan más ideas porque no poseen más repertorio lingüístico que el citado, que no piensan en conceptos inexpresables fuera de dicho código restringido, o que no tienen necesidad de precisar ni matizar más lo que sienten y lo que quieren? No sabemos como acabará todo esto. Tampoco el alcance de las tesis de Vigotsky, pero si resultara ser cierta, habrá sido escandaloso lo poco que estamos haciendo por evitarlo. En un mundo dominado por la imagen se favorece la gestualidad hasta límites inexplicables, se potencia lo visual hasta el punto de sustituir la palabra, es decir, de reemplazar el pensamiento. Y la enseñanza que debía ser un contrapeso a estas cuestiones, se comporta como correa de transmisión de la dictadura de la imagen. Ya casi no nos queda ni la palabra.

Saludos

Cordero